Nuevos avances en el tratamiento de las depresiones

IRE | Instituto Rojas-Estapé  Crónicas   Conferencias   Nuevos avances en el tratamiento de las depresiones

Nuevos avances en el tratamiento de las depresiones

Cincuentenario de la fundación Hospital Clínico de Granada

Hoy daré una conferencia en el cincuentenario de la fundación Hospital Clínico de Granada, en donde mi padre, Luis Rojas Ballesteros pasó muchos años trabajando como pionero de la Psiquiatría. Será en el Colegio Mayor S. Bartolomé y Santiago, de larga tradición universitaria.

La depresión es la enfermedad de nuestro tiempo. Conocida desde hace mas de veinte siglos con descripciones recogidas ya en Homero, los escritos hipocrático, Celso, Sorano de Éfeso, Areteo y Galeno. Después, su historia ha seguido los avatares propios de un padecimiento entre extraño, etéreo y difícil de definir. Sus principales síntomas se alineaban de este modo: tristeza, apatía, decaimiento de ánimo, falta de ilusión por la vida, ideas y pensamiento negativos, sentimiento de culpa y en los casos mas agudos, ideas y/o tendencias suicidas. Todo ello formaba una compleja amalgama de manifestaciones subjetiva, un paisaje interior presidido por una aflicción singular de hundimiento y desdicha.

En las últimas décadas las investigaciones sobre las depresiones en plural han avanzado de forma exponencial. Distinguimos las formas endógenas (biológicas, inmotivadas, con un fondo hereditario y causadas por complejos mecanismos neurobioquímicos), exógenas (psicológicas, motivadas, reactivas a reveses y acontecimientos negativos de la vida personal) y endorreactivas (que están a caballo entre las dos anteriores, que son las mas frecuentes).

Ya en el siglo XIX, Jean Pierre Falret habló de la folie circulaire, como enfermedad en la que se alternaban estados de ánimo de tristeza y alegría ó exaltación patológica. Poco después su compatriota Baillarger la llamó folie á double forme y el alemán Kraepelin psicosis maniaco-depresiva. Hoy hablamos de depresiones bipolares para referirnos a esa modalidad en la que el humor cambió y gira de forma copernícana, girando de la melancolía a la festividad y el hiperdinamismo.

El tratamiento de las depresiones tiene una historia apasionante y ha alcanzado un notable avance en las últimas décadas. En 1938 Cerletti y Bini comunicaron los primeros resultados de la terapia electroconvulsiva y en 1949, Cade y Schou pusieron de relieve la curación de los estados eufóricos con sales de litio. en 1950, la isoniacida, un medicamento empleado en la tuberculosis demostró tener un efecto elevador del estado de ánimo. Poco después, en 1957, Kuhn presentó un trabajo de investigación en el Segundo Congreso Mundial de Psiquiatría, en el que informó de la mejoría de los estados depresivos utilizando una sustancia llamada imipramina. Casi al mismo tiempo, Kline, insistió en la misma línea. Se había conseguido sintetizar el primer medicamento capaz de curar la depresión endógena.

Desde ese momento los avances operados en este terreno han sido espectaculares. Las distintas hipótesis han ido verificando que esta enfermedad es debida a un desajuste bioquímico cerebral complejo, en donde se ha podido verificar que son las sustancias que transmiten los impulsos en las neuronas las causantes de esta enfermedad.

En las últimas décadas han aparecido los nuevos antidepresivos cuya importancia es extraordinaria , teniendo ventajas diversas: menos efectos secundarios, algunos de ellos adelgazan, otros tienen efectos no solo elevadores del ánimo, sino también disolventes de la ansiedad y en consecuencia la finura del clínico es esencial para elegir el medicamento mas eficaz.

En las llamadas depresiones bipolares, es decir aquellas en donde hay una ciclotimia de la euforia a la depresión, hoy se cuenta con medicamentos que evitan la recaída y que van desde el litio la valproato sódico pasando por la gaba hasta el rubideo. Necesitando en tales casos un control en sangre de dicha sustancia.

En los últimos años ha aparecido el estimulador magnético transcraneal, que es un procedimiento muy operativo que consiste en la aplicación de una corriente magnética sin anestesia, regulada en intensidad y voltaje de una forma precisa y cuyo diseño fue inicialmente de médicos israelitas y después americanos.

Quiero terminar haciendo mención de la importancia de ciertas técnicas de psicoterapia en las llamadas depresiones no endógenas . Hoy contamos con un amplio espectro de fórmulas en ese sentido , en donde se le enseña al paciente estrategias para tener un mejor autocontrol y un conocimiento mas adecuado de la conducta, con el fín de adquirir habilidades y estrategias para superar los conflictos, alcanzar mayor estabilidad emocional y elevar el nivel de autoestima.

La psiquiatría es arte y oficio, alquimia y ciencia , magia y bioquímica. Los psiquiatras sabemos que no hay árbol que el viento no haya sacudido y que la vida humana está sometida a tensiones y a vaivenes propias de su condición. La psiquiatría cura hoy mas de el noventa por ciento de las depresiones endógenas.

No Comments
Leave a Comment: